A veces uno mas uno son cinco, este es el caso de Miguel Ángel y Mercedes. Forman lo que a mí me gusta llamar una «modern family», en la que los niños ya están aquí antes de la boda. La familia aumenta si además añadimos a Jacko, un vital perro que no para correr y  jugar con todos.

Cuando Mercedes y Miguel Ángel vinieron a nuestro estudio para informarse sobre los reportajes de boda, me comentaron que tenían muy claro que querían que fuéramos nosotros los que se ocuparan de hacer el trabajo, pero no sabían que tipo de servicio querían. Sus dudas se despejaron en el momento en que vieron los álbumes de preboda, les encantó la naturalidad de las fotografías, el que no sean «típicas» ni «preparadas». No tardaron un segundo en sugerirme la posibilidad de hacer la sesión con toda las familia. Acepté de inmediato, me gustan los trabajos que se salen de «lo normal» y me encanta la gente se sale de «lo normal».

Personalmente creo que  los reportajes familiares en exteriores tienen una frescura y una naturalidad que es muy difícil (por no decir imposible) conseguir en el estudio. El estudio es un lugar mas impersonal… y es un sitio en el que a veces los niños ( y los no tan niños) no se sienten demasiado cómodos, sobre todo al principio de la sesión. En cambio, trabajar para una familia, ya sea en el sitio que a ellos les guste, ya sea en su casa, en su jardín o como en este caso en los alrededores de un viejo molino, para mi supone la oportunidad de poder conseguir esas imagenes naturales que busco (ojo!!, con esto no quiero decir que las sesiones en estudio no me gusten, o no se consigan buenos resultados; me encanta el control de la luz que solo el estudio puede aportar, y hay fotos que solo se pueden hacer en este lugar).

Como fotografo es un placer fotografiar a las parejas cuando no estoy encima de ellos diciéndoles como tienen que colocarse, como tienen que mirarme… me encanta hacer fotos a los niños cuando están dándole unas patadas al balón, tirando piedras al agua o jugando con su perro.

Mercedes, Miguel Ángel, Diego, Hector y Jacko forman una familia maravillosa, en la que se palpa el amor y el cariño que se tienen entre ellos.

Muchas gracias familia por hacerme pasar una tarde genial y muy divertida con vosotros.